La directiva de la liga se reunió para, como de costumbre, hablar del calendario el cual nuevamente es modificado, se disminuyó de 44 a 36 juegos, esto para no chocar ni con la serie del Caribe (cosa que no parece descabellada ya que este año se realizara en Margarita) ni con el Mundial de Futbol, ya que para los geniales dirigentes de nuestra liga, el baloncesto no puedo “competir” con estos eventos, es decir, que si a la directiva de la FIFA se le ocurre cambiar a el mundial para el mes de mayo, por ejemplo, ¿entonces jugaríamos un calendario aun más corto mientras no se choque con este evento? Obvio que el mundial de futbol es el evento más seguido en todo el planeta, pero creo que el fanático no solo del baloncesto sino del deporte en general, puede disfrutar de ambos eventos.
Además de la disminución del calendario, la liga “apostara” en la próxima campaña al desarrollo del talento joven, ya que luego de lo sucedido en el premundial se dieron cuenta que estamos muy por debajo del nivel de los grandes de América, para esto se creará la LPB2 una liga “invitacional” donde los equipos pongan a jugar al talento que no tiene cabida entre los doce jugadores de la plantilla, una liga muy similar a la paralela o de desarrollo que tiene nuestro beisbol.
Hasta aquí esta idea es digna de aplaudirse, sino pareciera casi que una burla a las personas que les duele el baloncesto nacional; y es que apostar al desarrollo del talento joven cuando tienes una liga de apenas 36 juegos, con tres importados en cancha y con el límite de faltas por jugador es de 6, deja muy poco chance al que este talento se muestre y tenga una verdadera oportunidad de crecer, Cocodrilos de Caracas llegó a la final y estuvo a un juego de ganarla, con una rotación de apenas 8 jugadores (como máximo) es decir además de los dos criollos titulares apenas tres veían minutos por juegos, esto sin contar los jugadores que ni siquiera tuvieron la suerte de entrar entre los 12 y durante toda la temporada fueron unos espectadores con asientos de primera fila.
Pero aun con lo antes expuesto se podría pensar que lo de la LPB2 es una muy buena idea y que la liga tratará con esto de, en poco tiempo, revertir esta situación, pero esta liga se hará de manera invitacional, es decir, los equipos asistirán si quieren, si tienen la cantidad de jugadores y si tienen los recursos como para que este equipo b pueda viajar, lo que podría significar que la decisión más importante de la convención de este año, se desvanezca a mitad de la temporada.
Aunque quedan todavía dos meses para concluir el año, el mismo se irá con un gran retroceso para el baloncesto criollo, lo peor del caso es que mas allá del gran talento que existe nuestro país el futuro no pinta nada bien ni la FVB ni la LPB parecieran entender realmente el problema que en la actualidad tiene nuestro baloncesto.