Con un final electrizante, donde tres equipos llegaron con oportunidad de ser campeón, con un Estudiantes que logro un empate increíble en el templo del futbol nacional con cuarenta mil almas aupando al Táchira; y Con el Caracas haciendo lo que debía ganar y luego ver qué pasaba en el otro lado.
Pero aun con todas las emociones que dejo el torneo clausura no deja de ser preocupante todos los inconvenientes que hubieron en este campeonato, cada vez se hace más recurrente los equipos que presentan problemas económicos, el caso de un Estudiantes de Mérida cuyos jugadores y cuerpo técnico tienen cinco meses sin percibir sus salarios es una muestra de ello, Minerven tampoco escapa de esta situación, sumado a esto se tiene el hecho de el bajón tremendo en la taquilla, los problemas de seguridad que presentaron varios escenarios además de no contar con transmisión de televisión abierta.
Ante todo esto cabe preguntar qué tan viable ha sido este experimento de 18 equipos en primera división, de que vale tener esta cantidad de equipo, cuando un gran grupo no pueden mantenerse, de que vale tener grandes estadios que jornada tras jornada parecieran estar completamente vacios.
Pareciera poco probable que la FVF se ocupe de resolver algunos de los problemas arriba mencionados; y mientras eso sea así, nuestro futbol seguirá en pañales con respecto al de otros países suramericanos y es que ¿no es nuestro torneo la base de nuestras selecciones?